Psicólogo para hipocondríacos en Granada
La hipocondría es el miedo a la enfermedad o a la muerte, a partir de una interpretación personal de síntomas físicos. Es decir, la persona tiene síntomas o signos que él considera indicativos de una enfermedad grave y eso le provoca ansiedad y un malestar clínicamente significativo.
Como psicólogos expertos en el tratamiento de personas hipocondríacas, la mayoría de las veces, nos encontramos con que nuestros pacientes, se someten a diversas pruebas médicas y a pesar del diagnóstico médico, se comienza a dudar: “Y si se han equivocado?, ¿y si aún tengo algo?”. El siguiente paso es comenzar a autovigilarse: continuamente se está pendiente de los cambios y síntomas que hay en el cuerpo (cómo late el corazón, si te cuesta trabajo respirar, dónde hay alguna molestia…) A partir de ahí se empieza a generalizar, sintiendo síntomas nuevos cada vez; y a anticipar la posibilidad de que aparezcan nuevos síntomas que, efectivamente, acaban apareciendo producto de la ansiedad.
¿En qué va a consistir la terapia contra la hipocondría?
- Lo primero es descartar cualquier dolencia física u enfermedad para lo que se acude UNA VEZ al médico.
- Desterrar las conductas de enfermedad para impedir que la hipocondría se perpetúe y vaya a más.
- Reinterpretar los síntomas como reacciones de tu cuerpo a la ansiedad y no como signo de enfermedad o muerte inminente. Incluso, necesitamos aprender que no siempre tendremos una explicación de nuestros síntomas, pero que no tiene por qué estar relacionado con la muerte o la enfermedad grave.
- Para ello, necesitamos aprender técnicas de manejo de ansiedad.
Si te encuentras en esta situación y crees que necesitas ayuda, no dudes en buscarle solución lo antes posible. Nuestro equipo de psicólogos especialistas te ayudarán con la hipocondría.
Nuestro equipo de psicólogos especialistas te ayudarán con la hipocondría
Las personas odiamos esa sensación de malestar, así que hacemos todo lo posible por reducirla. En la hipocondría, la manera que encontramos es lo que llamamos “conductas de enfermedad”: toda nuestra atención se centra en los síntomas, continuamente estamos observando cualquier cambio en nuestro cuerpo y comprobando que todo va bien, o buscamos información que desmienta “nuestro diagnóstico” de que estamos enfermos. Así que empezamos a buscar en internet información. Como el cerebro es selectivo, y atiende a aquella información que confirma nuestras creencias (que estamos enfermos) se va a detener en aquella que le lleve a pensar de que efectivamente, algo anda mal. Además, tenemos que tener en cuenta que cuando busco en internet puedo encontrar todo: información fiable y no fiable. Otras conductas de enfermedad son las visitas continuas a médicos, la realización de unas pruebas tras otras, que al final, siempre dan el mismo resultado: no tenemos nada grave (y si llegan a detectar algo, suelen ser pequeñas cosas como tenemos el resto de las personas, pero no enfermedades que nos puedan llevar a la muerte inminente). De todas formas, nunca ningún diagnóstico nos va a parecer lo suficientemente fiable.
El problema con la realización de las conductas de enfermedad es que la ansiedad baja a corto plazo, pero se mantiene y se incrementa a largo plazo. Lo peor, es que la hipocondría se va adueñando de la vida de la persona, que ve cómo esta, de repente, solo gira en torno a la enfermedad.
Qué es la Hipocondría
La hipocondría es un padecimiento psicológico caracterizado por una preocupación excesiva por la salud. Las personas con este trastorno suelen temer o creer que tienen una enfermedad grave, a pesar de la falta de hallazgos médicos significativos. Esta preocupación persiste incluso después de visitas médicas y pruebas que no revelan ninguna condición seria.
Características de la Hipocondría
Preocupación Excesiva por la Salud: La característica definitoria de la hipocondría es una preocupación constante y abrumadora por la salud. Esto a menudo va acompañado de una interpretación errónea de síntomas físicos normales como signos de enfermedades graves.
Comprobación y Reaseguramiento Constantes: Las personas hipocondríacas pueden visitar a médicos con frecuencia, buscando confirmación de que no tienen una enfermedad grave. A pesar de obtener resultados negativos, su ansiedad no se alivia y continúan buscando reaseguramiento.
Evitación o Comportamiento Obsesivo: Algunos pueden evitar ir al médico por miedo a que se les diagnostique una enfermedad grave, mientras que otros pueden obsesionarse con la investigación sobre posibles enfermedades en Internet o libros.
Impacto en la Vida Diaria: Esta preocupación constante puede interferir significativamente con la vida cotidiana, afectando las relaciones, el trabajo y el bienestar general.
Es crucial recordar que la autoevaluación no puede sustituir el diagnóstico profesional. Si sospechas que puedes estar lidiando con la hipocondría, es aconsejable buscar la ayuda de un profesional. Nosotros podemos proporcionar una evaluación adecuada y, si es necesario, un plan de tratamiento que puede incluir terapia cognitivo-conductual, medicación o una combinación de ambas. Estas intervenciones están diseñadas para ayudar a las personas a manejar su ansiedad, cambiar su forma de pensar sobre la salud y mejorar su calidad de vida.
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¿Nunca has visitado un psicólogo? Estas son las dudas más comunes
¿Cuál es el precio de las sesiones?
El precio total dependerá del número de sesiones que necesites, aunque te indicaremos un precio por sesión y una estimación de tiempo. El tiempo siempre será indicado de forma aproximada, ya que variará según la evolución. Contacta con nosotros para obtener más información.
¿Cuál es la duración y frecuencia de las sesiones?
Las sesiones suelen ser semanales, de 1 hora de duración aproximadamente, y se van espaciando a medida que avanzamos en la terapia. Esta duración e intervalo temporal se han establecido como los más adecuados para lograr la eficacia en la terapia ¿Por qué? En una hora de consulta nos da tiempo a revisar lo acontecido entre sesiones y avanzar con nuevas técnicas. Que la frecuencia sea una vez a la semana nos permite que tengas tiempo suficiente para poner en práctica lo aprendido en consulta. Si dejamos mucho espacio entre sesiones, el avance decae.
¿Qué corriente de Psicología seguimos y qué técnicas utilizamos?
Las técnicas y herramientas avaladas científicamente, prácticas y aplicadas. Principalmente vamos a trabajar con la psicología cognitivo conductual. Esto significa que vamos a centrarnos en tus pensamientos, en cómo interpretas las situaciones y cómo te hablas a ti mismo. Basándonos en ello, así sientes y te comportas. Aprenderemos también técnicas más conductuales, en las que incidiremos directamente en tu comportamiento. La terapia de aceptación y compromiso, las terapias de tercera generación en general o alguna técnica de coaching, también nos serán de ayuda en algún momento, todo dependerá de tus necesidades y tu situación personal. Siempre recibirás tras cada sesión una hoja resumen sobre lo trabajado en consulta y las herramientas que debes poner en práctica (podrás tener lecturas, registros, cuestionarios, etc.). Este trabajo deberás traerlo cada semana a consulta.
¿Cuántas sesiones voy a necesitar?
Es importante que entiendas que los cambios no se producen de la noche a la mañana y que cada persona responde de forma diferente. Todo cambio necesita su proceso y su tiempo. Es importante que tengas un poco de paciencia, pero, sobre todo, que trabajemos codo con codo para conseguirlo. No obstante, verás cómo antes de que te des cuentas empezamos a notar tu evolución y créeme, yo insistiré mucho en que lo percibas. El cambio está hecho de pequeños pasos y a veces, cuando estamos inmersos en un proceso de cambio, es fácil que no le des la importancia que merecen, pero son un gran paso hacia tus objetivos.
Presencial u online?
Las sesiones son presenciales u online. En el caso de que tengas dificultad para desplazarte las sesiones pueden realizarse a través de videoconferencia. Está demostrado que la eficacia terapéutica es la misma, ya que vamos a poder escucharnos, te puedo compartir la pantalla para explicarte y entender qué te pasa y las herramientas que te necesitas y me devolverás vía email las tareas para casa.
También pongo a tu disposición diferentes vías de contacto (telefónico, correo electrónico o WhatsApp) para facilitar el apoyo psicológico entre sesiones.