Cualquier acción, incluso la más sencilla, requiere concentración.

Si tenemos la mente puesta en cualquier lugar menos en el que nos encontramos en ese momento, será muy difícil que hagamos con éxito la acción que estemos ejecutando. Da igual que hablemos de fútbol, tenis, natación o incluso de nuestro trabajo o vida diaria; si nuestra mente no está en el aquí y en el ahora, no hay concentración.

Uno de los principales problemas que suelen tener los deportistas para estar concentrados es que prestan atención a estímulos irrelevantes y perturbadores y desatienden la información relevante para aquello que están haciendo. Veamos un ejemplo: imaginemos un futbolista que va a lanzar un penalti.

¿Cuál es la información relevante?

Podemos simplificarlo en cuatro elementos: el balón, la portería, el portero y él mismo (su posición, sus movimientos, su fuerza al golpear, etc.). Nada más. Lo que el público vocifera, el míster gesticulando desde el banquillo, los comentarios de los rivales, el gol que falló la semana pasada, lo que dirán de mí si fallo, o las molestias que viene teniendo esta semana en la rodilla, no es información relevante en este momento para marcar gol. Es más, nos desconcentra y nos saca del momento.

Si el público grita o escuchas insultos, es normal que te desconcentres algo, aunque esto también se puede controlar; pero yo empezaría a trabajar por esos fantasmas que nosotros mismos nos creamos y nos sacan de lo que estamos haciendo.

Para mí, son tres los principales fantasmas que perturban nuestra concentración. Os los voy a presentar:

Fantasma “Ayer”. Cuando este fantasma te visita, lo que hace es recordarte acontecimientos del pasado, especialmente negativos: errores que cometiste, lesiones recientes que acabas de superar, personas que te hicieron daño de alguna manera… “Ayer” te dice que si eso ocurrió una vez, puede ocurrir de nuevo en este momento y te predispone a que lo más temes, pase de nuevo. Este fantasma no te deja avanzar.

Fantasma “Futuro”. Este travieso personaje sabe muy bien cómo hacerte pensar en las mil y unas posibilidades que pueden ocurrir a partir de este momento. Su frase favorita (“y si…”) te paraliza ante el miedo de que llegue lo peor: “¿y si fallo de nuevo?”. Incluso puede hacerte vivir en ensoñaciones y adelantar éxitos en vez de trabajar por ellos (como cuando estamos a punto de ganar, y por irnos del partido, de repente todo se vuelve del revés).

Mi favorito es el fantasma “Lo que piensan los demás de mí”. Este espectro revolotea alrededor de tu cabeza afirmándote lo que tu entrenador, tus compañeros, o la gente de alrededor va a pensar de ti como cometas un error o tomes una decisión incorrecta. Sabe muy bien como ir colgándote etiquetas (inútil, fracasado, torpe…) y te pone frente a tus narices dedos ajenos acusadores que te dicen lo malo que eres.

Si crees que tienes más talento del que demuestras en la pista o en el campo, quizás la falta de concentración te esté perjudicando. Darte cuenta de qué fantasma es el que te acecha es el primer paso para empezar a combatirlos.

Después aprenderemos técnicas para manejar los pensamientos que te desconcentran y otras técnicas para ayudarte a mantener tu atención y concentración tal y como tu deporte y modalidad deportiva, lo requieren.

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¿Cuál es el precio de las sesiones? 

El precio total dependerá del número de sesiones que necesites, aunque te indicaremos un precio por sesión. El número de sesiones variará en función del problema a tratar, de lo arraigado que esté, de la propia persona y de su evolución. Ahora sí, cuanto más te impliques en la terapia, antes notarás los resultados. Contacta con nosotros para obtener más información. 

¿Cuál es la duración y frecuencia de las sesiones?

Las sesiones suelen ser semanales, de 1 hora de duración aproximadamente, y se van espaciando a medida que avanzamos en la terapia. Esta duración e intervalo temporal se han establecido como los más adecuados para lograr la eficacia en la terapia ¿Por qué? En una hora de consulta nos da tiempo a revisar lo acontecido entre sesiones y avanzar con nuevas técnicas. Que la frecuencia sea una vez a la semana nos permite que tengas tiempo suficiente para poner en práctica lo aprendido en consulta. Si dejamos mucho espacio entre sesiones, el avance decae.

¿Qué corriente de Psicología seguimos y qué técnicas utilizamos?

Las técnicas y herramientas avaladas científicamente, prácticas y aplicadas. Principalmente vamos a trabajar con la psicología cognitivo conductual. Esto significa que vamos a centrarnos en tus pensamientos, en cómo interpretas las situaciones y cómo te hablas a ti mismo. Basándonos en ello, así sientes y te comportas. Aprenderemos también técnicas más conductuales, en las que incidiremos directamente en tu comportamiento. La terapia de aceptación y compromiso, las terapias de tercera generación en general o alguna técnica de coaching, también nos serán de ayuda en algún momento, todo dependerá de tus necesidades y tu situación personal. Siempre recibirás tras cada sesión una hoja resumen sobre lo trabajado en consulta y las herramientas que debes poner en práctica (podrás tener lecturas, registros, cuestionarios, etc.). Este trabajo deberás traerlo cada semana a consulta.

¿Cuántas sesiones voy a necesitar?

Es importante que entiendas que los cambios no se producen de la noche a la mañana y que cada persona responde de forma diferente. Todo cambio necesita su proceso y su tiempo. Es importante que tengas un poco de paciencia, pero, sobre todo, que trabajemos codo con codo para conseguirlo. No obstante, verás cómo antes de que te des cuenta empezamos a notar tu evolución y créeme, yo insistiré mucho en que lo percibas. El cambio está hecho de pequeños pasos y a veces, cuando estamos inmersos en un proceso de cambio, es fácil que no le des la importancia que merecen, pero son un gran paso hacia tus objetivos. 

¿Presencial u online?

Las sesiones son presenciales u online. En el caso de que tengas dificultad para desplazarte las sesiones pueden realizarse a través de videoconferencia. Está demostrado que la eficacia terapéutica es la misma, ya que vamos a poder escucharnos, te puedo compartir la pantalla para explicarte y entender qué te pasa y las herramientas que necesitas y me devolverás vía email las tareas para casa.