Me gusta mucho usar esta frase: el pensamiento lo es todo.

Lo creo a ciencia cierta, pues es el componente más importante que define a una persona. Somos lo que pensamos, lo que nos decimos a nosotros mismos en cada ocasión, la forma que tenemos de interpretar nuestra realidad. Ese pensamiento es el que determina las emociones que sentimos, y a su vez, a la conducta, nuestra forma de jugar. Claro está que hay una interacción entre los tres, pero el que manda, desde luego, es el pensamiento.

Si entras a una competición pensando:

“¿Y si no consigo mi objetivo?, ¿y si no soy capaz de llegar en el puesto que quiero?, seguro que fallo, será un fracaso y lo peor es que lo verán todos, ¿qué va a pensar mi entrenador?, si es que soy malo para esto, yo no sé por qué no lo dejo ya”. ¿Cómo pretendes que sean tus emociones? Está claro que vas a sentir miedo, ansiedad, inseguridad… y estas emociones van a influir directamente en tu ejecución deportiva. Con miedo, tus músculos están tensos, no piensas con claridad, no te atreves y no arriesgas… Cuando la mente percibe cómo la conducta se ve afectada, se refuerza el pensamiento: “¿ves? Ya lo sabía yo… ¡Qué mal lo estoy haciendo!”. Más se intensifican esas emociones y peor terminamos competiendo. Es un círculo vicioso.

Hay muchos tipos de pensamientos negativos e irracionales que solemos tener los deportistas y que no nos ayudan a sacar todo nuestro talento.

Aprender a identificarlos y combatirlos es una estrategia fundamental para lograr tus objetivos.

La mentalización es otra parte de la psicología deportiva que te ayuda a gestionar tus pensamientos y entrar preparado a la competición. No es lo mismo enfrentarse a un rival muy fuerte que al que va en la última posición, competir tras muchos éxitos que tras varios partidos perdidos…

La mente ahí hace de las suyas, se confía o tira el partido de antemano, no te pone en una situación de partida en la que entres a competir partiendo desde cero, sin influencias de lo exterior o lo pasado, viendo el partido o la competición como lo que realmente es: un nuevo momento en el que luchar por tus objetivos y en el que objetivamente, nada influye, solo la actitud de ganador o fracasado que decidas, conscientemente o no, tener en ese momento.

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¿Nunca has visitado un psicólogo? Estas son las dudas más comunes

¿Cuál es el precio de las sesiones? 

El precio total dependerá del número de sesiones que necesites, aunque te indicaremos un precio por sesión. El número de sesiones variará en función del problema a tratar, de lo arraigado que esté, de la propia persona y de su evolución. Ahora sí, cuanto más te impliques en la terapia, antes notarás los resultados. Contacta con nosotros para obtener más información. 

¿Cuál es la duración y frecuencia de las sesiones?

Las sesiones suelen ser semanales, de 1 hora de duración aproximadamente, y se van espaciando a medida que avanzamos en la terapia. Esta duración e intervalo temporal se han establecido como los más adecuados para lograr la eficacia en la terapia ¿Por qué? En una hora de consulta nos da tiempo a revisar lo acontecido entre sesiones y avanzar con nuevas técnicas. Que la frecuencia sea una vez a la semana nos permite que tengas tiempo suficiente para poner en práctica lo aprendido en consulta. Si dejamos mucho espacio entre sesiones, el avance decae.

¿Qué corriente de Psicología seguimos y qué técnicas utilizamos?

Las técnicas y herramientas avaladas científicamente, prácticas y aplicadas. Principalmente vamos a trabajar con la psicología cognitivo conductual. Esto significa que vamos a centrarnos en tus pensamientos, en cómo interpretas las situaciones y cómo te hablas a ti mismo. Basándonos en ello, así sientes y te comportas. Aprenderemos también técnicas más conductuales, en las que incidiremos directamente en tu comportamiento. La terapia de aceptación y compromiso, las terapias de tercera generación en general o alguna técnica de coaching, también nos serán de ayuda en algún momento, todo dependerá de tus necesidades y tu situación personal. Siempre recibirás tras cada sesión una hoja resumen sobre lo trabajado en consulta y las herramientas que debes poner en práctica (podrás tener lecturas, registros, cuestionarios, etc.). Este trabajo deberás traerlo cada semana a consulta.

¿Cuántas sesiones voy a necesitar?

Es importante que entiendas que los cambios no se producen de la noche a la mañana y que cada persona responde de forma diferente. Todo cambio necesita su proceso y su tiempo. Es importante que tengas un poco de paciencia, pero, sobre todo, que trabajemos codo con codo para conseguirlo. No obstante, verás cómo antes de que te des cuenta empezamos a notar tu evolución y créeme, yo insistiré mucho en que lo percibas. El cambio está hecho de pequeños pasos y a veces, cuando estamos inmersos en un proceso de cambio, es fácil que no le des la importancia que merecen, pero son un gran paso hacia tus objetivos. 

¿Presencial u online?

Las sesiones son presenciales u online. En el caso de que tengas dificultad para desplazarte las sesiones pueden realizarse a través de videoconferencia. Está demostrado que la eficacia terapéutica es la misma, ya que vamos a poder escucharnos, te puedo compartir la pantalla para explicarte y entender qué te pasa y las herramientas que necesitas y me devolverás vía email las tareas para casa.