Cómo dejar de compararnos con los demás
Hoy en día es cada vez más frecuente observar y presenciar la vida de los demás, donde están, que hacen, con quién están, y sentir envidia, hoy aún más notable a través de las redes sociales. Esto provoca que aparezca una comparación continua de mi vida con lo que estoy viendo, comparación física, de experiencias vitales, de posesiones, trabajos… Al final, esto se convierte en un hábito, que como tal, requiere de un esfuerzo para conseguir que no nos afecte.
Cuando te centras en los demás, y te comparas con el objetivo de criticarte o para poder reafirmarte en algo que debes revisar, denota que existe algún aspecto tuyo que no te esté agradando o no te llene lo suficiente. Por eso solemos compararnos con personas que, a nuestros ojos, tienen una vida mejor, sin embargo, es menos frecuente o no ocurre la comparación con personas con las que podemos interpretar que tiene una vida o situaciones peores que la nuestra.
Por lo tanto, el problema viene con la interpretación que le das a esa comparación, que seas consciente de que otra persona tenga un trabajo mejor, unas mejores condiciones, una casa más grande o incluso o físico mejor, no tiene que ir ligado a los sentimientos de inferioridad o superioridad, porque estos sentimientos ponen distancia con la otra persona, podemos transformarlos en sentimientos de admiración o superación.
Otra causa que provoca que la comparación aparezca más frecuente y con más intensidad tiene que ver con tu Autoestima. La comparación poniéndote en inferioridad con lo que estás viendo muestra que la sensación interna a comparación es no valorarte o quererte lo que deberías. Un ejemplo de ello son los cuentos e historias con los que hemos crecido, donde, el foco de la felicidad se consigue a través del éxito y belleza. Por tanto, la confianza en ti va a estar baja, no confiar en ti hace que los comentarios negativos de tu ambiente los aceptes sin cuestionarlos y mucho más las imágenes que entren por tus ojos, donde todas serán válidas, menos la tuya.
Entender por qué nos comparamos con otros
En esta sociedad es cada vez más complicado saber cómo dejar de compararme con los demás o cómo hacerlo desde un lugar más sano, debido, sobre todo, al bombardeo de imágenes que diariamente entran en nuestra mente a través de medios electrónicos, redes sociales, etc. Ya que hemos visto arriba las causas por las que me estoy comparando con los demás, tenemos que analizar cuáles son las consecuencias que estoy sufriendo de esta comparación para poder comenzar a dejar de compararme o hacerlo de otro modo.
El hecho de comparar en sí requiere de una energía y una fuerza muy grande, ya que provoca que te olvides de ti, de lo bueno que tienes, de quién eres o de que has conseguido. Si este ejercicio de comparación se mantiene, puede tener estos efectos:
- Aumento de estrés y de autoexigencia. La comparación continua te va a meter en un círculo de exigencia e insuficiencia constante, donde no te vas a poder permitir fallar. Esto genera unos niveles de estrés muy altos, bloqueándote y limitándote en tu vida, alejándote de quien quieres ser, a donde quieres llegar y comparándote cada vez más, es un bucle del que es difícil salir.
- Esos sentimientos de inferioridad/superioridad van a impedir que sientas admiración en tu entorno, tu necesidad de validación será cada vez mayor y, por tanto, de frustración, de resentimiento y de envidia, que puede terminar por alejarte de tu círculo de apoyo y por impedirte compartir con ellos tanto los éxitos como los fracasos.
- Con respecto al ámbito de pareja, en un caldo de baja autoestima y de comparación es muy fácil que aparezca la dependencia, celos e inseguridades en pareja. Buscar continuamente su aprobación o llegar a compararte con ella, puede provocar que entres en una relación de desigualdad e incluso de maltrato en casos extremos, donde puedes llegar a pensar que te mereces como te está tratando.
Por tanto, para comenzar a dejar de compararte con los demás, primero sé consciente de que lo estás haciendo, no te compares desde la superioridad, todos tenemos éxitos y fracasos en nuestra vida, sé prudente con las redes sociales, en muchos casos en ellas solo se muestra la parte bonita y “perfecta” de la vida, pero no la realidad, pon el foco en tu vida, en que tienes, que quieres conseguir, quien eres y permítete equivocarte y ser imperfecto/a.
Cómo nos afecta
La comparación con los demás va a afectarnos de diversas maneras, pero, sobre todo, negativamente, a través de la evaluación constante a la que vamos a ponernos y, consecuentemente, el estrés que eso nos genera. A continuación, podemos ver cómo nos afecta en las diferentes áreas:
Emocional | Conductual | Autoestima | Social | Pareja |
Tristeza | Consumición constante de redes sociales | Autoconcepto bajo | Sentimientos de envidia | Dependencia emocional |
Frustración | Intentar obtener lo que envidio | Poca o muy poca confianza en mí mismo/a | No me alegro por los éxitos | Relaciones de desequilibrio |
Enfado | Estrés en mi vida | Sentimientos de inferioridad/superioridad | Aislamiento por evitar ver éxitos | Autocastigo y sumisión |
Rechazo | Búsqueda de constantes cambios físicos | Autoaceptación afectada | Dificultad para admirar a los demás | Sentimientos de merecer cosas negativas |
Autoevaluación muy alta y negativa | Evaluación continua de tu relación |
Pasos para dejar de compararnos con los demás
El primer paso en esta línea, tiene que ir en que seas capaz de poder observarte sin juzgarte en aquellas ocasiones en las que te comparas. La idea es poder realizar esa comparación desde la sutileza, de poder responsabilizarte de realizar pequeños cambios para modificar algún aspecto de tu vida en el que no estás tan satisfecho, y que, verlo en otra persona te ha ayudado a darte cuenta del todo.
El siguiente paso es que cuando te compares, no lo hagas desde la superioridad, ya que, como hemos mencionado en el párrafo superior, esta comparación puede tener su punto de utilidad. Que evites esta comparación desde la superioridad es importante porque:
- El pensamiento de “soy mejor que alguien” refuerza este hábito de la comparación. Sentirte bien al pensar que eres superior a alguien tras el proceso de comparación hace que se convierta en una práctica válida. Quizás puede hacerte sentir bien, pero tú no vales más porque otras personas valgan menos, ni al revés.
- Poder construir una autoestima buena sobre la comparación es imposible. Estas comparaciones suelen no ser realistas con tus fortalezas, e, incluso, genera una dependencia de que las demás personas sean inferiores a ti para que sean dignos/as.
El tercer paso tiene que ver con las redes sociales y su utilidad, ya que, hay que ser consciente de que internet no representa la realidad. Suele compartirse la parte buena y los éxitos, las dificultades o fracasos con frecuencia no suelen compartirse públicamente. Es por eso que evitar la comparación con lo que vemos en Internet es importante, tendemos a pensar que las vidas de los demás son mejores, por lo que suben a sus redes sociales. Recuerda que durante un día pasan millones de cosas, tanto bonitas como menos bonitas, tanto a ti como a persona que estás viendo en redes, por lo que, si te está afectando lo que ves, considera autoprotegerte reduciendo el tiempo que dedicas a estas redes.
Que seas capaz de poner el foco en tu vida es el siguiente paso, limita tu atención a la vida de las otras personas, reenfócate invirtiendo esa energía que gastas al compararte y al hablarte mal en realizar actividades placenteras o que tenga importancia para ti. Puedes partir de las siguientes preguntas:
- ¿Qué me gusta de mi vida? ¿Me gustaría mejorarla en algo?
- ¿Qué cosas buenas siento que aporto a las personas de mi alrededor?
- Cuando me comparo con los demás, ¿me molesta o me gusta lo que veo? ¿Qué me molesta de la otra persona?, ¿es un dolor o una frustración necesaria?
Perfección vs. imperfección. El paso de identificar las experiencias de los demás como idílicas y perfectas y a ti no darte la opción de fallar, sería el siguiente avance. La alta exigencia que aparece al compararte se convierte en un foco de estrés, de frustración y de sensación de fracaso, por tanto, que puedas aceptarte en tus fortalezas y debilidades te dará posibilidad de liberarte de las cadenas de la comparación.
En conclusión, la acción de compararte con los demás es un foco de sensaciones negativas, tanto de percepción, ya que las comparaciones suelen realizarse desde aspectos poco realistas como las redes sociales, como de sensaciones, al olvidarte de ti, dejar de autocuidarte y generar una esfera de estrés a tu vida. Poder compartir los éxitos y los fracasos con tu alrededor te dará un enriquecimiento y una sensación de bienestar mucho mayor que la obtenida al compararte.
Adrián Manzano Úbeda
Psicólogo General Sanitario en Zoraida Rodríguez Centro de Psicología
Contenido supervisado por Zoraida Rodríguez, directora de Zoraida Rodríguez Centro de Psicología.
Zoraida es una psicóloga sanitaria especializada en adultos desde 2005, con experiencia en temas como dependencia emocional, pareja, autoestima, depresión, trastornos de ansiedad y TOC, apoyo a la infertilidad y opositores. Además, cuenta con una acreditación en psicología deportiva y ha trabajado con equipos y deportistas de diferentes disciplinas. Actualmente trabaja en su propia consulta en Granada, involucrada en proyectos interesantes y entregando lo mejor de sí misma para ayudar a sus pacientes a lograr sus metas. Colegiada nº AO05484.
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