La concentración, descrita en términos sencillos, es la capacidad de mantener la atención durante el tiempo necesario y de prestar atención a la información relevante, ignorando los estímulos irrelevantes y perturbadores.
Si realmente queremos estar concentrados durante una competición, tenemos que tener saber qué tipo de atención es la más adecuada en cada momento.
La atención se puede diferenciar por la amplitud y la dirección de la misma. La amplitud, se refiere a la cantidad de información a la que atendemos, por lo que puede ser amplia (cuando un golfista observa la totalidad del campo) o estrecha (si percibimos sólo uno o dos estímulos; por ejemplo cuando se centra en la bola). A su vez, la atención puede tener una dirección externa (lo que gira alrededor del deportista) o interna (atender a estímulos propios como sus emociones, pensamientos, la posición de su cuerpo o sus sensaciones físicas). Saber cambiar el foco atencional en cada momento de la competición es fundamental. Para evaluar una situación y elegir el mejor tiro, has de saber cambiar tu atención de amplia y externa a estrecha e interna para corregir la posición de tu swing.
Es importante que reflexioes sobre qué dónde ha de estar tu atención. Esta ficha te ayudará a ello:
Además, el deportista ha de tener claro a qué información debe atender; es decir diferenciar la información relevante de la que no lo es. Veamos un ejemplo: cuando un futbolista se prepara para lanzar un penalti, la información relevante para él se entra en la portería, el portero, el balón y él mismo. Todo lo que salga de ahí (público, prensa, otros jugadores, lo que pueda oír…) es información irrelevante. Lo que les ocurre a muchos deportistas es que no son capaces de mantener la atención a los estímulos relevantes para su ejecución deportiva y se distraen con los que no lo son. El primer paso es que el deportista sea consciente de cuál es la información relevante e irrelevante en función de su deporte, de la posición que ocupa en el campo, o del momento de la competición, etc.
El deportista que quiera mejorar su rendimiento ha de trabajar en el control atencional; es decir, eliminar las distracciones al tiempo que solo deja entrar la información relevante. ¿Qué es lo que suele hacer que el deportista se distraiga?:
- Centrarse en el pasado: especialmente en errores o decisiones mal tomadas.
- Centrarse en el futuro: en lo que va a pasar, en las consecuencias negativas que pueden tener sus decisiones o su ejecución deportiva.
- Prestar atención a demasiados detalles: querer estar pendiente de todo, quizás como una forma de tener control. El nadador que está pendiente de lo que ocurre en cada calle, de lo que grita su entrenador, o del rugir del público.
- Presión.
- Pensamientos intrusivos irrelevantes durante su ejecución deportiva.
- Tener dudas o miedo.
Existen técnicas para trabajar cada una de estas situación y forma parte de la preparación integral del deportista de alto rendimiento.
Zoraida Rodríguez Vílchez
www.zoraidarodriguezvilchez.es
@ZoriPsicologa para IDEAL Granada