Manejar el estrés en el deporte
El deporte es una de las situaciones más propensas para sentir estrés. ¿Por qué? Debemos partir de la definición de qué es el estrés. El estrés es una reacción de nuestro cuerpo para dar una respuesta y hacer frente a las demandas de la situación en la que nos encontramos. En principio, y por tanto, el estrés es positivo en tanto en cuanto nos prepara para pasar a la acción. Este es el estrés positivo.
Sin embargo, y es el que nos preocupa, hay un estrés negativo que perjudica directamente nuestro rendimiento deportivo, y por tanto, nos impide alcanzar los resultados deseados. Se produce cuando objetivamente (o cuando creemos) la respuesta que podemos dar ante la situación no es suficiente. Veámoslo de esta forma: cada vez que estás realizando tu deporte, tu cerebro evalúa: ¿qué me pide la situación?, y ¿soy capaz de dar la respuesta adecuada? En tu cerebro se representa una balanza en la que, en un lado ponemos qué nos pide la situación: aprender ese gesto técnico nuevo, disminuir el número de fallos o ganar a este rival concreto. En el otro lado de la balanza, pones qué recursos y capacidades tienes para hacerle frente. Y según evalúes, sentirás otro tipo de estrés. Será positivo cuando no veamos la situación como tan amenazante y nos sintamos capaces de hacerle frente.
Pero, y ¿cuándo no es así?, ¿cómo puedes manejar el estrés en el deporte?, ¿qué puedes hacer para convertir ese estrés negativo en el positivo que te ayuda y empuja?
- Lo primero, reflexiona acerca de cómo estás evaluando la situación. ¿De verdad es tan exigente o puede ser que tú lo estés magnificando?, ¿es cierto que ese rival es imbatible?, ¿tienes razón al pensar que es imposible que consigas bajar tu marca, mejorar ese gesto técnico? Y, ¿qué hay de lo que eres capaz?, ¿acaso has olvidado todo lo que has logrado hasta el momento?
- Trabaja tu confianza: para que ese lado de la balanza pese más, recuerda tu valía, tus pruebas de realidad, aquellos logros conseguidos que demuestran que tienes ese talento.
- Ponte objetivos, pero hazlo de forma adecuada: sigue las reglas de establecimiento de objetivos. Cada vez que consigas uno, tu confianza se verá a su vez reforzada.
- Céntrate en tu rendimiento, no en el resultado. Es difícil de hacer cuando el deporte es resultadista de por sí; pero solo si te centras en lo que tienes que hacer, en el camino hacia el resultado y no en este, lograrás aquello que te propones.
- Busca ese nivel de activación óptimo: tenemos que encontrar ese punto en el que estés ni muy tenso, ni muy relajado. Para ello, respira de forma diafragmática y aprende técnicas de relajación y visualización, será fundamental.
- Y… ¡disfruta! Vuelve a buscar ese estado de fluir en el que te centrabas en lo que hacías y en disfrutar. De hecho… ¡no empezaste así en tu deporte?
Zoraida Rodríguez Vílchez
www.zoraidarodriguezvilchez.es
@ZoriPsicologa para IDEAL Granada
Contenido supervisado por Zoraida Rodríguez, directora de Zoraida Rodríguez Centro de Psicología.
Zoraida es una psicóloga sanitaria especializada en adultos desde 2005, con experiencia en temas como dependencia emocional, pareja, autoestima, depresión, trastornos de ansiedad y TOC, apoyo a la infertilidad y opositores. Además, cuenta con una acreditación en psicología deportiva y ha trabajado con equipos y deportistas de diferentes disciplinas. Actualmente trabaja en su propia consulta en Granada, involucrada en proyectos interesantes y entregando lo mejor de sí misma para ayudar a sus pacientes a lograr sus metas. Colegiada nº AO05484.