No evites tus emociones

No estamos acostumbrados a hablar de nuestras emociones; de hecho, a veces casi que nos paramos a sentirlas de verdad. Es frecuente encontrar en la consulta a personas que bloquean sus emociones, que a toda costa tratan de evitarlas; especialmente aquellas que hacen sentir dolor. Hay otras que, en cambio, dirían que se dejan llevar con demasiada frecuencia por ellas: se enfadan continuamente y de forma exagerada y otras comentan estar en una continua montaña rusa. Todas ellas deberían trabajar su inteligencia emocional.

Esta inteligencia supone ser consciente y saber reconocer mis emociones y las de los demás, gestionándolas de forma adecuada de forma que me ayude a conseguir mis y sus objetivos.

El problema es que no estamos entrenados en reconocer nuestras emociones, no sabemos si quiera si sirven para algo. Incluso cometemos el error de catalogarlas en positivas y negativas y estas últimas las evitamos a toda costa. Todo el mundo quiere ser feliz pero nadie quiere sentir tristeza, ¿verdad? Seguro que conoces a alguna persona que ante una pérdida de un ser querido o de una competición importante, se ha seguido comportando como si nada. Ha bloqueado sus emociones y la tristeza la dejó aparcada bien lejos. ¿Qué ocurre al final en estas situaciones? A los años, el problema surge por donde menos te lo esperas y de una forma exagerada. Y esto es así porque la tristeza no ha cumplido su función: elaborar la pérdida. Todas, todas las emociones, sean más simples o más complejas tienen una tendencia de acción, es decir, hacen que nuestro cuerpo se movilice con un objetivo; por tanto podemos decir que cada emoción, tiene su función; por ejemplo:

  • Tristeza: surge siempre ante una pérdida real (un ser querido, cuando perdemos un partido) o imaginada (perder una posible oportunidad) y su función es pararnos para asimilar aquello que hemos perdido y aceptarlo para salir adelante. Si no lo hacemos… ya hemos visto las consecuencias.
  • Rabia: cuando nos sentimos amenazados física (nos van a dar un golpe) o psicológicamente (nos insultan) la rabia moviliza mis energías para defenderme y atacar. Quedarme callado, no me ayuda ¿verdad?
  • Miedo: agudiza mis sentidos para estar alerta y dar una respuesta eficaz (huir o luchar). De nuevo, esta respuesta es positiva. Imaginemos un portero que no siente ese miedo a la hora de parar un penalti. Estaría tan tranquilo y confiado que se desconcentraría fácilmente y fallaría sin remedio.
  • Asco: me aleja de aquello que puede ser perjudicial para mí. Lo tenemos asociado a los alimentos en mal estado, pero ¿si veo a unos compañeros metiéndose en problemas, no será útil que repruebe lo que hacen y me aleje de su compañía?
  • Sorpresa: me orienta hacia algo que no espero para obtener más información.
  • Alegría: me activa y acerca hacia aquello que la origina, es la que me hace abrazar al compañero al ganar o a desear estar con mi pareja más tiempo.

Como vemos, toda emoción tiene su función. Si las evitas… o las confundes… te alejas totalmente de tus objetivos. ¿Nos ponemos a afrontarlas?

 
Zoraida Rodríguez Vílchez
@ZoriPsicologa para IDEAL GRANADA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post relacionados

Desconectar en vacaciones

Y el séptimo día… descansó. Hasta eso dijeron de Dios: que también se tomó sus vacaciones. Y es que para todos es necesario este merecido descanso. Durante todo el año trabajamos duro y vamos agotando nuestras pilas. Por desgracia el ser humano no es una fuente inagotable de energía y en algún momento tenemos que … saber más

Aprender a relajarse

Necesitamos liberar el estrés acumulado, pero no siempre sabemos cómo. La gente nos dice: “desconecta, olvídate de todo”, y nosotros lo miramos con los ojos como platos pensando “sí, sí, si eso es lo que me gustaría, pero no sé cómo”. Los síntomas del estrés no son fáciles de llevar. Pueden ir desde sólo una … saber más

Vacaciones y pareja: aumentan los problemas

Estamos todos deseando que llegue el ansiado verano. Cansados de trabajar, de entrenar o de la rutina diaria, anhelamos ese paréntesis en el que podamos disfrutar de unas merecidas vacaciones en pareja o con nuestra familia. Pero lejos de ser un espacio de paz y calma, a menudo se convierten una crisis para la pareja … saber más

Acúfenos o pitidos en el oído, consecuencias psicológicas

Si has llegado hasta este artículo, seguramente es porque tú o alguien cercano a ti os estáis viendo afectados por un pitido en el oído que se escucha sin necesidad de que haya un estímulo externo que lo provoque. Este tipo de afección se conoce como acúfeno o tinnitus, y se da de dos formas … saber más

¿Predispuestos a la depresión?

¿No te has preguntado alguna vez por qué existen personas que suelen deprimirse varias veces en su vida o prácticamente no salir de ella? Hasta el momento, han existido varias teorías que explican el origen de la depresión. Uno de ellas, habla de la participación genética: es decir, se refieren a la depresión como un … saber más