Misión, visión y objetivos
Son tres pilares básicos sobre los que se asienta la filosofía de una empresa y que guían su forma de proceder y su estrategia en el mercado competitivo. ¿Podríamos usar esta idea como personas o deportistas?
Al igual que en el mundo de las organizaciones, el deporte de base o de élite, se basa en la superación y la competición. No digamos nada de la vida diaria: en el trabajo tienes que ser el mejor para adaptarte a los tiempos que corren y para cualquier propósito personal (aprender inglés, adelgazar, o ser mejor cada día) si quieres alcanzar lo que te propones tienes que dar tu mejor versión.
¿En qué consisten estos tres conceptos?
La Misión se define cómo la razón de ser de una empresa, por qué está en el mundo, qué tiene que ofrecer, cuál es su propósito. Lo frecuente es que se enuncie mediante un eslogan o una frase que sentencie este por qué. Una empresa de alimentación la enunciaría como “ofrecer al cliente productos de calidad que fomenten la nutrición saludable”; por ejemplo. La mía como psicóloga, podría ser “ayudar a las personas y deportistas a superar dificultades y encontrarse mejor consigo mismos, alcanzando sus objetivos”. ¿Cuál es la tuya? ¿Para qué estás en este deporte: para disfrutar, para dar lo mejor de ti, para destacar en el mundo del ciclismo, natación, fútbol…?
La Visión hace referencia a dónde se ve la empresa en unos años, es su objetivo a largo plazo, hasta dónde quiere llegar, qué quiere conseguir. Una empresa podrá ser líder en el sector a nivel nacional o incluso expandirse a otros continentes. ¿Tú dónde te ves en 5 años?, ¿o en 2? Trabaja sobre este aspecto, pues si no sabes dónde vas, nunca sabrás si has llegado. Procura ser específico: es mejor decir que en 2 años quieres estar entre los 5 primeros en Andalucía que decir que quieres mejorar. ¿Y si es a nivel personal? Has de usar la misma estrategia: no vale decir que quieres ser mejor persona. Párate y piensa: ¿qué es lo que realmente te haría más feliz: no depender tanto de la opinión de los demás, manejar las situaciones difíciles con menos estrés o creer más en ti? Recuerda: se concreto.
Por último, no podemos olvidarnos de los Objetivos: estos son los pasos que guían nuestro día a día. Si la meta está a muy largo plazo es más fácil perderse. Es como deshacer el camino: si quieres estar entre los 5 primeros, ¿qué necesitas hacer? Habrá que bajar tiempos, mejorar la técnica y controlar aún más la cabeza. Ahí tienes tres objetivos intermedios. Desglósalos ahora en objetivos a corto plazo de forma muy concreta, positiva, que los puedas medir y que realmente te motiven.
Si defines tu Misión, Visión y Objetivos será más fácil que no desistas en el intento. Tenlos por escrito y a la vista. Y como decía Walt Disney: “pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te llevará a dónde quieres estar mañana”.
¿Te has parado a analizar cómo te vas enfrentando tú a la vida?, ¿vas de ganador o de perdedor?; y a los demás, ¿cómo los consideras?, ¿los miras por encima del hombro o directamente a los ojos?
@ZoriPsicologa para IDEAL Granada
Contenido supervisado por Zoraida Rodríguez, directora de Zoraida Rodríguez Centro de Psicología.
Zoraida es una psicóloga sanitaria especializada en adultos desde 2005, con experiencia en temas como dependencia emocional, pareja, autoestima, depresión, trastornos de ansiedad y TOC, apoyo a la infertilidad y opositores. Además, cuenta con una acreditación en psicología deportiva y ha trabajado con equipos y deportistas de diferentes disciplinas. Actualmente trabaja en su propia consulta en Granada, involucrada en proyectos interesantes y entregando lo mejor de sí misma para ayudar a sus pacientes a lograr sus metas. Colegiada nº AO05484.
Post relacionados
El realfooding y la vida healthy: ¿qué ocurre si se lleva al extremo?