Soy una persona tímida o padezco fobia social - Centro de psicología Zoraida Rodríguez

Soy una persona tímida o padezco fobia social

¿Qué es la timidez? ¿Cómo es una persona tímida?

Coloquialmente, se define timidez como el sentimiento de miedo que hace sentir a una persona insegura e incómoda en determinadas situaciones y que, con una intensidad y frecuencia muy acusadas, puede afectar a sus relaciones interpersonales y limitar un funcionamiento social adecuado. Una persona tímida no tiene por qué tener aprensión a la interacción social, sino que puede preferir la soledad, puede mostrar escasa confianza en sus habilidades sociales, lo que puede generar vergüenza y frustración al no alcanzar sus objetivos sociales. Muchas veces la persona tímida intenta pasar desapercibida, no quiere que le hagan preguntas por miedo, a no saber responderlas o a quedar mal, y normalmente está asociado a una baja autoestima.

Se podría decir que nadie nace tímido, si no que con el paso del tiempo y las experiencias que vamos viviendo, aparecen inseguridades y miedos de cara a estas experiencias sociales y dejamos de hacerlas, no adquiriendo así las habilidades sociales necesarias o adquiriéndolas, pero de una manera pobre.

Ser tímido no es algo que se pueda expresar en términos bueno/malo, al final todo tiene sus pros y contras. Una persona tímida puede llegar a pensar más y reflexionar sobre qué es lo más adecuado decir en un determinado momento y esperar hasta que considere que es oportuno decirlo, es decir, podría ayudar en la toma de decisiones para actuar ante el entorno. Sin embargo, la parte del contra implicar dudas sobre el tipo de respuestas que pueden dar y este comportamiento se generaliza a otras áreas, afectando a su autoestima e inseguridad.

¿Cuál es la diferencia entre la timidez y la fobia social?

La timidez no es un trastorno, y es un error común clasificarla como “fobia social”. Por fobia social, considerada como un trastorno psicológico, se entiende un miedo excesivo e irracional ante situaciones sociales ante las que la persona tenga que exponerse (otras personas, opiniones, críticas), generadas por la creencia de ser observado o evaluado. Ambas condiciones pueden confundirse, pues las manifestaciones son similares, señalando como principal diferencia la intensidad y el impacto que genera en la persona cada una de ellas. Algunos síntomas que podemos observar a nivel físico serían: taquicardia, rubor facial, tensión muscular, sudoración, temblor en voz y manos… y a nivel conductual podrían darse evitaciones de situaciones sociales, inventar pretextos para no acudir o retirarse de inmediato de la situación social. Como se ha comentado, estos son más intensos en la fobia social, afectando más a la vida de la persona, ya que los encuentros sociales se ven manejados por la ansiedad, y en los intentos de la persona por reducir esta sintomatología, huye de los eventos sociales, generando estrategias de control que pueden ser eficaces a corto plazo, pero que solo mantendrán la sintomatología a largo plazo.

Una persona tímida puede notar toda la sintomatología mencionada, pero es menos limitante en cuanto a que no es tan acusada la ansiedad que se genera al exponerse a situaciones sociales ni la interferencia de la vida de la persona.

¿Qué es la inhibición social?

Es una sensación de bloqueo ante situaciones sociales en las que se sabe cómo responder, sin embargo, sentimientos de vergüenza o miedo en respuesta a la interacción social actúan como bloqueadores o limitadores de ese comportamiento social, promoviendo un comportamiento ineficaz ante los estímulos sociales.

La inhibición, por tanto, frena a la persona ante un estímulo al que quiere responder. Este freno suele darse por un bloqueo emocional o conductual, ya que la persona quiere actuar en dirección a sus deseos, emociones o capacidades, pero no lo hace por vergüenza o miedo, como se ha comentado.

¿Cómo trabajamos en terapia para superar la fobia social?

Cada intervención es individual y centrada en la persona, sin embargo, existen diferentes aspectos centrales que destacan en el tratamiento para la fobia social posterior a un análisis funcional, como puede ser: modificar las creencias y valoraciones irracionales sobre uno mismo y los demás, disminuir las conductas evitativas y de escape, promover y favorecer las habilidades sociales, conocer y manejar adecuadamente las sensaciones fisiológicas de ansiedad o establecer objetivos realistas. En términos generales trabajaríamos:

  • Pensamientos irracionales que están a la base de las creencias que limitan a la persona.
  • Reforzar la autoestima y la autoaceptación.
  • Atravesar emociones desagradables y aquellos mensajes negativos que surgen, concentrándose en lo que sucede alrededor, para hacer lo que es importante para la persona.
  • Enseñar, mejorar y practicar habilidades sociales para mejorar la competencia en situaciones sociales.
  • Trabajar la asertividad y los derechos asertivos básicos.
  • Gestión de la ansiedad y psicoeducación sobre el proceso que se sigue.
  • Ejercicios de relajación y respiración para poder bajar la intensidad del malestar.
  • Exposición gradual a aquellas situaciones que generan malestar y que hacen que se active toda la sintomatología.

Si crees que la timidez está afectando a tu vida; crees que puedes tener fobia social o inhibición social, no dudes en ponerte en contacto con nosotras.

Jessica Morillas Hyde

Psicóloga General Sanitaria de Zoraida Rodriguez Centro de Psicología

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